Como Podemos Proteger la Familia

Edwin Hernandez   -  

 

La familia es el fundamento de toda sociedad; lamentablemente, desde hace muchos años, la familia como fundamento, enfrenta una realidad que no se puede ignorar, y es que de acuerdo con los datos estadísticos oficiales de muchos países, el divorcio se ha convertido en una epidemia que está destruyendo, y dividendo a las familias. 

El Modelo de Hoy en Dia

El modelo bíblico de “la familia” se está distorsionando rápidamente, cada día existen más familias disfuncionales, que vienen de otros matrimonios y que no están viviendo en armonía con la palabra de Dios.

Cabe mencionar que, no solamente el índice de divorcios convencionales ha aumentado de manera alarmante, sino que también, nos estamos enfrentando con otro tipo de divorcio, el cual es más peligroso aún, y esos son los divorcios emocionales. 

Juntos pero Separados

Matrimonios que continúan viviendo juntos, pero emocionalmente viven separados y dañándose mutuamente y dañando cruelmente a sus hijos con el mal ejemplo que les están dando y la pésima influencia en la estabilidad emocional de ellos.

La Reacción en Las Nuevas Generaciones

Los rompimientos familiares, generan una ausencia de identidad en muchos jóvenes, que van perdiendo el concepto de familia y van aprendiendo a dejarse llevar por sus necesidades y debilidades humanas, produciendo formas de vida anormales como el comportamiento homosexual o bisexual, las adicciones, etc.

Científicamente se ha demostrado que la ausencia de una figura paternal en un hogar genera una distorsión emocional, especialmente en los varones. La respuesta de esos jóvenes es una actitud de rebeldía contra toda figura de autoridad. 

La Solución

Lo único que nos puede ayudar a proteger a nuestras familias es la obediencia a la palabra de Dios; y es que la obediencia hace que se refleje el amor de Dios, primero en nuestro propio matrimonio y luego en nuestra familia.

En definitiva, el amor de Dios se manifiesta y se evidencia en nuestra forma de relacionarnos, primero con nuestra propia familia, y luego con otras familias de la comunidad. 

Necesitamos construir familias saludables; porque familias saludables producen una Iglesia saludable; y familias saludables, atraen a las personas a los pies de Jesucristo.

Luchemos por la estabilidad de la familia, solamente cuando el mundo vea que los Cristianos realmente vivimos los principios de la palabra de Dios, y que tenemos matrimonios saludables, entonces se interesarán por conocer al Dios vivo que está en nosotros.

Es hora de que tomemos la bandera del amor verdadero y la humildad y nos enfoquemos en el fortalecimiento de nuestras familias, de las familias que Dios nos ha encomendado. 

EL MINISTERIO A LA FAMILIA, debe ser el más importante en nuestra Iglesia. Un ministerio que se enfoque y trabaje fuertemente por transmitir los principios de la palabra de Dios para tener y mantener FAMILIAS SALUDABLES.

Protejamos la familia, y luchemos por el fortalecimiento de la Familia.Protejamos la Familia